Soneto de humor
RAZÓN DE SER
No estar muerto es simpático y sabroso:
tener uñas, orejas y rodillas,
rasurarse la neura y las mejillas
y hablar mal de los cisnes y del oso.
Bostezar y reirse sin cosquillas,
escupir en la alfombra y en el pozo,
siendo feo creerse un guapo mozo,
rascarse el corazón y las costillas.
No estar muerto es correcto y saludable,
es preferible un vivo miserable
a un muerto millonario y atractivo.
La gracia de estar vivo -y es lo cierto-
es que el vivo sí sabe que está vivo
y el muerto nunca supo que está muerto.