Epigramas de Jorge Pombo

¡Qué talle tan correcto!
¡Qué brazo el de esta mujer!
Lo que es el brazo, es perfecto;
pero… le encuentro el defecto
de haberlo dado a torcer…

Siempre Inés dijo que no.
Pero… al fin, de un conde ardiente
el amor condescendió…
Meses después se notó
que estaba con-descendiente.

Varias piezas de la casa
entabló Luis a Dolores,
y él, que en todo de propasa,
tuvo, además la cachaza
de entablarle unos amores…

El día de casarse Antonio
mató al pereque Ramón;
¡Qué bien se portó el demonio!
¡Le conmutó el matrimonio
por veinte años de prisión!

Hermanas son Casta y Rosa;
más, al irle a preguntar
a la madre , que es muy basta,
cuál de las era Casta,
me quiso descuartizar.

Tus pies son bellos portentos
para sacarnos del quicio,
y te digo, y no son cuentos,
que ellos son dignos cimientos
de tan soberbio edificio…

Quiere el carpintero Blones
tanto éxito en sus empresas,
que pide en sus oraciones
que sus hijos sean listones
y sus muchachas traviesas.

Jorge Pombo (1853-1912)

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