Monstruo del lago Ness cae en trampa para osos

El popular Monstruo del Lago Ness, o Nemessio, como le decían cariñosamente los pescadores rivereños, fué capturado con vida por un cazador de recompensas londinense la semana pasada.

Lee Minors, un adolescente de 62 años, llegó hace un mes a la ciudad de Ness dispuesto a llevarse el premio de 50.000 libras que prometió la fundación Calmemos la Zona de Ness (CALZONESS, por su sigla en inglés) a quien lograra demostrar la existencia del mitológico animal.

Hace un año, Minors obtuvo fabulosas fotos de Nemessio mientras se bañaba en las heladas aguas del lago, pero los jurados del concurso no las aceptaron como pruebas reales de la existencia del paquidermo, pues alegaban que lo que se veía en la foto era un flotador del pato donald o algún despistado surfista. «Entonces tomé la decisión de capturarlo, para que no hubiera la menor duda de que Nemessio es real», comentó a El Diario Nocturno el señor Minors, mientras hacía un gesto de torcedura de cuello con las manos.

Minors intentó usar una red de 25 trampas especialmente diseñadas para el monstruo, que finalmente no dieron el menor resultado. «Lo que sí funcionó fue usar una trampa para oso, atando a uno de mis asistentes como señuelo. Así capturamos a Nemessio».

Irónicamente, en las trampas que inicialmente eran para el monstruo cayeron varios osos pardos que paseaban en un yate. Sin embargo, el desenlace de la historia no es el mas feliz, pues Lee Minors dice sentirse estafado con el premio prometido.

Uno de los promotores del concurso dice que no es culpa de ellos que no haya quedado claro que el premio eran 50.000 libras, pero de ropa sucia para lavar en el lago. Por este motivo, ayer Minors devolvió al lago al monstruo, pese que ya se había encariñado con él. «Ya había llevado a Nemessio a un zoológico y al cine y lo tenía viviendo en la bañera de mi apartamento. Quería mucho a los niños, especialmente con salsa de tomate. Lo voy a extrañar mucho». De la noticia solo quedan las fotos que se tomó con él durante el tiempo que vivieron juntos. Minors solo le pide al cielo que no se le haya olvidado ponerle rollo a la cámara.