Una cosa piensa el burro, otra quien lo está enjalmando
El Rabino Isaac Bernstein sufrió un terrible accidente que le provocó entre otras cosas , la pérdida de su pene.
Cuándo visitó al urólogo, desanimado y errático, fue rápidamente reconfortado: «Tranquilo rabino, ahora la ciencia combinada con la técnica, pueden solucionar cualquier problema, inclusive con circuncisión y todo».
Le entregó un muestrario en el que había un pene pequeño a $ 1.500; uno mediano a $ 3.000 y uno grande a 5.500.
El hombre desechó el pequeño y dudaba entre el mediano y el grande.
Mientras pensaba, el facultativo le dijo que sería conveniente que lo consultara con su esposa.
A Isaac le pareció un buen consejo y llamó a su esposa para explicarle las opciones.
El médico al regresar al consultorio, encontró al rabino mirando hacia el vacío con una mirada triste.
-«Y, amigo, ¿cuál es la decisión?»
-«Sara dice que prefiere remodelar la cocina…»