De las mujeres y sus calabazas
El: Te puedo invitar una copa?
Ella: Gracias. Prefiero que me des el dinero.
El: Te molesta que fume?
Ella: Ni siquiera me molestaría si estuvieras ardiendo.
El: Soy fotógrafo y busco una cara como la tuya.
Ella: Soy cirujana plástica y busco una cara como la tuya.
El: No hemos tenido alguna vez una cita? O incluso dos?
Ella:Tiene que haber sido una. No repito mis errores.
El: Cómo es que eres tan guapa?
Ella: Me dieron también lo que te correspondía a ti.
El: Creo que te podría hacer muy feliz.
Ella: ¿Cómo? Ya te vas?
El: Qué dirías si te pidiera que te casaras conmigo?
Ella: Nada. No puedo hablar y reirme a la vez.
El: Te apetece ver una buena película?
Ella: Ya la he visto.
El:Dónde has estado toda mi vida?
Ella: Intentando esconderme de ti.
El: Esta silla está libre?
Ella: Sí, y la mía también si te sientas.
El: Tu cuerpo es como un templo.
Ella: Hoy no hay misa.
El: Si te pudiera ver desnuda moriría feliz.
Ella: Si te pudiera ver desnudo supongo que me moriría de la risa.