Una sonrisa puede salvar vidas
En el condado de Lanarkshire, Escocia, se han instalado 226 de estos medidores de velocidad que, con un costo inferior al 2% de una cámara de vigilancia, han logrado reducir dramáticamente los accidentes causados por exceso de velocidad.
Lo novedoso de estos avisos es que además de mostrar la velocidad actual también muestran una cara feliz o triste, dependiendo de si el conductor excede los límites permitidos. Esta simple puesta en práctica de algunos principios de economía conductual de los que habla Rory Sutherland en esta interesante charla TED (disponible en español) lograron disminuir en un 53% el número de personas que sobrepasan el límite de velocidad. Mucho más que el uso de radares que suponen una multa o un castigo para el infractor.
El elemental principio de estos avisos es que, creámoslo o no, la mayoría de personas prefiere consciente o inconscientemente hacer felices a otros con sus acciones y esto es un estímulo mayor al que supone recibir una sanción por nuestros malos actos. Simple y económico.
En Italia también hay y es increible lo que uno se esfuerza frenando y la satisfacción que se siente al cambiar la carita triste a feliz.