El infierno latino
Un hombre muere y va al infierno. Allí descubre que hay un infierno para cada país.
Va primero al infierno alemán y pregunta: ¿Qué te hacen acá? Aquí primero te ponen en la silla eléctrica por una hora, luego te acuestan en una cama llena de clavos por otra hora, y el resto del día viene el diablo alemán y te da de latigazos.
Al personaje no le gustó nada y se fue a ver en que consistían los otros infiernos.
Tanto el estadounidense como el ruso y el resto de los infiernos de distintas naciones hacían lo mismo; entonces, ve que en el infierno Chileno (que puede ser cualquiera de nuestros países latinos) hay una fila llena de gente esperando entrar; Intrigado, pregunta al último de la fila: ¿Qué es lo que te hacen acá?
Aquí te ponen en una silla eléctrica por una hora, luego en una cama llena de clavos por otra hora, y el resto del día viene el diablo y te da de latigazos.
Pero es exactamente igual a los otros infiernos, ¿Por qué aquí hay tanta gente queriendo entrar?
Porque nunca hay luz, la silla eléctrica no sirve, los clavos de la cama se los robaron y el diablo viene, firma y se va.