Sigan madrugando…
Hoy me levanté temprano, me puse los pantalones, me vestí lentamente, hice
café, agarre mis palos de golf, me fui silenciosamente al garaje para no
despertar a mi mujer, puse los palos en el carro, y procedí a sacarlo del
garaje bajo una lluvia torrencial.
Estaba toda la calle inundada y el viento gélido soplaba a 100 kilómetros
por hora, Volví a entrar el carro al garaje, puse la radio y me enteré de
que el mal tiempo iba a durar todo el día… ¡Qué decepción!
Entré de nuevo en mi casa, me desvestí silenciosamente para no despertar a
mi mujer y me deslicé dentro de la cama.Despacito me pegué contra su espalda,
le puse la mano en la pompa y le susurré al oído:
-El tiempo afuera está horrible mi amor.
Ella me contestó medio dormida:
-Ya lo sé, – ¿Puedes creer que el pendejo de mi marido se fue a jugar golf?
Nota: También aplica para los que salen a correr temprano, a caminar,
al gimnasio, a mercar, a trabajar, etc