Textos

Picardía angelical

Siempre cuando la amada resolvía
desnudarse y al lecho irse cansada,
el Angel de la Guarda, que bobada,
de la alcoba al momento se salía.

Loco por ver su desnudez rosada
mirar por las rendijas solo hacía,
y si caer las ropas él oía,
lucía al punto un ala chamuscada.

Cierta noche aquel ángel inocente
en un espejo vio desnudo, ardiente,
ese cuerpo de Venus dominguera.

Ver también:  La teoría del Internet muerto: ¿el fin de la era humana online?

Y del amor oyendo su consejo,
esperó que la dama se durmiera,
tornó a la alcoba y se llevó el espejo.

Ciro Mendia

Un comentario en «Picardía angelical»

Deja un comentario: