Chiste sobre una equivocación
Le dice por teléfono una mujer a su esposo:
-Gordo perdóname te dí las pastillas para los nervios en lugar del antidiarreico ¿Cómo estás?
-Bien mi amor, todo untado y maloliente, pero tranquilo.
Le dice por teléfono una mujer a su esposo:
-Gordo perdóname te dí las pastillas para los nervios en lugar del antidiarreico ¿Cómo estás?
-Bien mi amor, todo untado y maloliente, pero tranquilo.