¡¡Despierte!!

Yo soy de esos que son capaces de dormir sentado, en un bus, con ruido a mi alrededor o en medio de un incendio. Si necesito madrugar debo armarme de varios despertadores: El del cuarto con un zumbido insoportable, el celular, la agenda electrónica, el TV a todo volúmen y pedirle a mi esposa que me eche agua fría y me tape la boca y la nariz.

Además, cuando sé que tengo que madrugar me acuesto ridículamente temprano, lo que obviamente sólo logra desvelarme y volverme más sensible a los zancudos y la gritería de un vecino drogadicto que de vez en cuando opta por el deporte nocturno de agarrar a golpes a su novia. Como resultado, me despierto más irritado que cola de bebé con pañal de tela y todo mi día se convierte en un desastre anunciado desde la noche anterior.

Bueno, luego de estas revelaciones tan privadas sobre mis hábitos (prometo que en otro post les hablaré de mis sueños, en los que casi siempre les va terriblemente mal a todos menos a mí), les presento estas soluciones japonesas para despertar a los dormilones.

Solo les anticipo que al mejor estilo japonés, incluye balas, bazookas, caballos y un remate espectacular.

Del show D-1, autores de las bromas históricas del taxista asesino, el baño que se convierte en ascensor y el sauna que te arroja a la nieve cuesta abajo, el Diario Nocturno presenta este capítulo que se podría llamar «Despertares desgraciados». Espero sus comentarios.

9 comentarios en «¡¡Despierte!!»

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